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jueves, 9 de agosto de 2012

LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE




A finales de los años 90 leí éste interesante libro que os traigo. Ahora es imposible de encontrar porque los libros se descatalogan muy rápido. Intentar descargarlo lo antes posible, antes de que echen abajo el scribd.

El autor es un médico acostumbrado a ver morir a la gente, y describe con pelos y señales, casi de forma fotográfica, como es el proceso de morir en las causas de muerte mas comunes, ésas que a ti y a mi, nos tocarán con mayor probabilidad: cáncer, enfermedades cardíacas, muertes violentas.

No se ahorra ningún detalle al lector. Si eres hipocondríaco o tienes miedo al sufrimiento que se experimenta antes de morir, no leas este libro porque te quitará la paz. No se aborda la muerte desde ningún punto de vista religioso o filosófico, simplemente se relata cómo falla la máquina, cuales son las señales, qué le ocurre a la máquina que es nuestro cuerpo en proceso de morir, y cómo finalmente ocurre ésta muerte. Ánimo.



Nuland Sherwin Como Morimos

lunes, 19 de marzo de 2012

UNA EXPERIENCIA MUY CERCANA A LA MUERTE

Se ha hablado mucho sobre las experiencias cercanas a la muerte. Ahora sólo quiero mostrar es vídeo que he encontrado en youtube, y que me parece un ejemplo de libro de este tipo de experiencias. Es muy difícil atribuir la visión a efectos de la anestesia o a un sueño, porque el sujeto ni siquiera tenía sangre en el cerebro. De hecho estaba clínicamente muerta, porque los médicos la "mataron" temporalmente para poder operarla.


lunes, 16 de enero de 2012

LA MUERTE

Mira que te mira Dios
Mira que te está mirando
Mira que te vas a morir
Mira que no sabes cuando...


He estado releyendo algunos libros sobre el fenómeno de las ECM (experiencias cercanas a la muerte), y repasando algunos hechos relativos al misterio de la muerte, siendo ésta un misterio, hay algunas cosas que no ofrecen duda:

1) Se tiene certeza de la muerte del cuerpo. sí y sólo si, el proceso de la putrefacción ha comenzado. Sin signos de descomposición cadavérica, no tiene porque haber muerte. Antes de la aparición de la putrefacción todo es posible.

2) Muchos autores dicen que la muerte no existe, que es sólo un tránsito. Esto es verdad. Hay un momento, que puede ser cifrado en décimas de segundo o menos, en que una mayoría de órganos fallan haciendo irreversible la recuperación.

3) Así pues la muerte es un frontera estrecha, un paso inapreciable, y caracterizado a posteriori por la aparición de la descomposición cadavérica. De aquí se deduce una cosa muy simple, pero que confunde a mucha gente. Antes de la descomposición cadavérica no hay muerte. El individuo puede estar muy enfermo, en agonía, en coma, en parada, en muerte clínica, incluso en muerte cerebral; pero NO ESTÁ MUERTO AÚN.

Y aquí entran en escena las ECM. Se ha hablado mucho de ellas y este no es un post dedicado a su estudio. Pero sí a señalar unos hechos importantes que son:

a) Todas las ECM, se producen antes de la muerte. Nadie, cuyo cadáver haya empezado a descomponerse, ha vuelto y ha dicho haber experimentado una ECM.

b) Son falsas pues las afirmaciones del tipo: "regresé de la muerte", "ví lo que había mas allá de la muerte", "Estuve muerto y volví", etc. Todas esas afirmaciones son erróneas e inducen a la confusión. Las ECM son experiencias de vivos en vida.

c) Lo que se ve en una ECM no es lo que hay mas allá de la muerte, para lo cual habría que estar muerto. Pero es cierto que se ven cosas y seres que no sería posible explicar su visión desde un punto de vista racional o científico.

Es cierto que este fenómeno admite dos posibles explicaciones que son:

1) Todo está en el cerebro. En una situación de agonía, hay hipoxia, acidosis, hipoglucemia, y los expertos dicen que en esas condiciones se ve de todo. Hay que decir que hay muchos expertos que dicen lo contrario.

2) La experiencia es real, desde el punto de vista de que existe algo trascendente y exterior al sujeto que produce la experiencia y que lo vivido es objetivo, exterior al cerebro del sujeto.

La postura 1), defendida por cientifistas, ateos, etc, no puede ser refutada de un modo claro. Cabe la posibilidad, de que, efectivamente, todo sea un engaño del cerebro, aunque excesivamente elaborado y lleno de situaciones inexplicables. Es más, hay muchos creyentes que piensan así, que dicen que una cosa es el cerebro y los procesos que se dan en la agonía, y otra, el verdadero mundo espiritual que aprecerá DESPUÉS de la muerte. Por esos es muy importante la precisión del momento de la muerte que he aclarado al principio.

La postura 2) es defendida por personas mas creyentes y espirituales (no todas) y también por algunos escépticos o ateos que las han sufrido y los han transformado como personas.

Soy defensor de la postura 2), por varias razones, que son las siguientes:

1) La ciencia flojea mucho a la hora de explicar las ECM. No saben los mecanismos cerebrales que las impulsarían. Tampoco saben definir que zona del cerebro las produce.

2) A duras penas la ciencia ofrece una explicación sobre el porqué los sujetos se ven a si mismos y al entorno desde fuera. Hablan de estimulación del lóbulo temporal, reconstrucción del entorno en base a memoria genética, casualidades, imaginación...O sea, la mayoría de la gente es incapaz de cruzar un semáforo correctamente, y cuando están en agonía son capaces de prodigios de reconstrucción de escenas en 3D, desde direntes ángulos y perspectivas?. No me creo nada.

3) La ciencia no explica porqué hay ECM's de ciegos de nacimiento que dicen haber visto cosas y personas que luego han descrito.

4) La ciencia no explica porqué hay ECM's donde el sujeto ve objetos y lugares distantes que nunca ha visto ni podía ver.

5) La ciencia no explica porque, niños de 4 años (sin carga cultural ni religiosa) ven exactamente lo mismo que un adulto. Bueno si, echan mano otra vez de la memoria genética. Hay que ver la de cosas fantásticas que podemos hacer incoscientemente y luego en vigilia no damos una en el clavo.

6) Falla el principio de la navaja de Ockham. Las explicaciones científicas son mas compejas y problemáticas que el propio fenómeno que intentan explicar.

7) No hay explicación satisfactoria a la transversalidad del fenómeno. Se ven prácticamente las mismas cosas en una ECM, siendo indiferente la nacionalidad, edad, nivel cultural, etc. Esto es prácticamente imposible en cualquier fenómeno psicológico.

8) La ciencia argumenta que hay muchas personas agonizantes que no han tenido ECM. Esto tiene una explicación muy clara. No han tenido ECM porque no han estado cerca de la muerte. Al menos no tan cerca como se pudiera pensar. Recordemos de la primera parte del post, que entre que alguien -imaginemos- se desmaya, y tiene lugar la descomposición cadavérica, hay todo un proceso interno, desconocido. Cuántas veces, personas que hemos visto fatal, a punto de morir, se han recuperado del todo, y otras, ingresadas en el hospital por una tonteria, han muerto al poco tiempo. Recordemos también que muchas personas cuando agonizan y mueren, no se comunican con los vivos, entran en agonía y mueren sin hablar. 

9) La ciencia intenta establecer un paralelismo parcial (sin éxito) entre las ECM y las intoxicaciones por drogas o por la anestesia. Las drogas y los anestésicos, en la mayoría de los casos, a lo que inducen es a un sopor sin sueños donde la mente desciende a un nivel muy profundo. Hay algunas drogas que producen alucinaciones, sí, pero son de naturaleza muy diferente. El sujeto drogado sabe que está drogado, y sabe que es él. Y experimenta una deformación de la realidad que lo circunda, pero hay un sujeto, hay un yo, hay una realidad, y hay una conciencia relativamente despierta aunque drogada. Hasta los borrachos afectados de delirium tremens saben que lo que ven no es real aunque se lo parezca.






martes, 10 de mayo de 2011

LOS ATEOS TAMBIÉN SE MUEREN (Y SUFREN)

A veces Dios, pone ante nosotros casos que invitan a una reflexión constante. Hemos oído muchos ejemplos de personas religiosas, casi santas, que nos han dado ejemplo de valor y alegría ante esa sentencia de muerte llamada cáncer. La pequeña Alexia González Barros o la profesora Soledad Pérez de Ayala son dos ejemplos recientes y cercanos, de aquí de Madrid.

Pero hete aquí que tenemos a un filósofo, un intelectual, abierto defensor del ateísmo. Enfermo de cáncer, abiertamente "no creyente" Christopher Hitchens no pudo aparecer en la Convención Americana de Ateos. La debilidad y los estragos que la enfermedad están haciendo, -hoy con su cuerpo, mañana con su psique también-, se lo han impedido.

Todo es significativo y simbólico en este triste caso.  “Christopher”, qué bello nombre para un ateo que ahora, en las diez de últimas, redobla su rebeldía y su desafío.

Christopher envió una carta atacando el "engaño mortal" de la religión. Esta carta fue tanto indeciblemente triste como penosamente ingenua.

En su misiva, Christopher ataca la religión, habla de "mullahs con armas nucleares", etc, todos los tópicos del ateísmo. Hitchens ha hecho esto muchas veces antes.No hay nada nuevo en estas reivindicaciones y tampoco tienen ningún mérito. Él no está atacando a la religión, sino el extremismo llevado a cabo en nombre de la religión, a menudo como una cubierta para el radicalismo político e ideológico.

La parte triste y sorprendente de la carta llega cuando Hitchens se mueve de lo público a lo privado. Frente al espectro de la muerte a sí mismo, nos asegura que no ha sacrificado sus principios por abrazar el "falso consuelo de la religión." 

Más bien, él encuentra la fuerza ante su enfermedad en la "solidaridad innata" de la humanidad que - en lugar de la religión - es fuente de moral y de nuestro sentido de la decencia.
Pero esta idea de "solidaridad innata" es profundamente problemática. Dondequiera que miremos vemos exactamente lo contrario de "solidaridad innata". Tribalismo - lealtad ciega, apoyo incondicional a su grupo, etc, no tienen nada que ver con la solidaridad, la moral o las buenas costumbres. 

Los conservadores, por ejemplo,  predican el capitalismo de libre mercado y la "autosuficiencia" (que es sobre todo el egoísmo) retratada ejemplarmente por Ayn Rand. Se hace hincapié en las doctrinas liberales de los derechos individuales, que puede ser admirable, pero se centran en las preocupaciones individuales y no de apoyo comunal.

Como cristiano, creo que los seres humanos tienen una tendencia hacia la solidaridad . Sin embargo, no es más que una tendencia, y  más bien débil. Por sí misma, es incapaz de influir en nuestro comportamiento de manera significativa o de la creación de fuertes lazos morales.  La base del pensamiento moral al que Hitchens se refiere, tiene que ser mucho mas sólida que una mera solidaridad en el fondo interesada.

Hitchens está enfermo. Me solidarizo con su situación, y le deseo un pronto regreso a la buena salud. No hace falta decir que tiene derecho a encontrar consuelo en cualquier forma que le parezca bien. Pero desde que toma sobre sí la tarea de dar consejos a los demás, le sugiero que recuerde que la mayor parte de la humanidad, cuando encara la enfermedad y el dolor encuentra consuelo y apoyatura en la resurrección de Jesucristo que vino al mundo para librarnos de la muerte y para darnos palabras de vida eterna. “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en Mí, aunque esté muerto vivirá (Juan 11:25)”







viernes, 21 de enero de 2011

LA REALIDAD DE LA MUERTE

Llegará un día en que Dios nos hará pasar la puerta, nos llevará a través de los valles y luego por el sendero de la montaña hacia las verdes praderas.


Pero, como escribe un pastor:

Cada montaña tiene sus valles. Sus lados están marcados por profundas quebradas,
barrancos y otros peligros. Y la mejor ruta hacia la cumbre siempre pasa por estos peligrosos senderos.

Todo pastor conduce su rebaño con cuidado, pero en forma persistente por el sendero serpenteante hacia arriba a través de oscuros valles.



El Salmo del Buen Pastor nos dice:

«Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan»



Con este salmo, David nos recuerda dos cosas importantes que pueden ayudarnos a vencer el temor del sepulcro.

1)    Todos tenemos que enfrentarlo. En una vida marcada por citas con el doctor, citas con el dentista y citas con los exámenes, hay una última cita que ninguno de nosotros podrá eludir: la cita con la muerte.

«Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio» ( Hebreos 9.27 ).

A todos nos gustaría cambiar este versículo. Bastaría con cambiar un par de palabritas: «Para algunos de los hombres … », o «Casi todos, menos yo … », o «Todos los blasfemos». Por cierto, este versículo resuelve el tema de la reencarnación, porque hay ciertos “cristianos” que creen posible seguir siéndolo y creer en la reencarnación.

Pero esas no son las palabras de Dios. En su plan todos deben morir, aun
los santos entre los santos.

La muerte no es un tema popular. Nadie quiere hablar de ella y menos considerarla seriamente. Siempre les ocurre a otros. ¿Estaremos preparados cuando llegue?

El sabio tiene en cuenta la brevedad de la vida. El ejercicio físico puede darnos unos pocos latidos más. La medicina puede concedernos alguna prorroga. Pero hay un final. La mejor manera de enfrentar la vida es ser sincero acerca de la muerte. Es patético ver como muchos “famosos” echan una carrera al tiempo a base de dinero, cirugías, sólo por añadir 4 o 5 años más. Al final mueren y se les olvida como a todos. Cuando se encuentren en el Juicio particular de nada les servirá el glamour, la fama y el cuerpo. Sólo habrán acumulado podredumbre y pecados.

David lo fue. Es cierto que dio muerte a Goliat, pero no se hizo ilusión alguna en cuanto eludir al gigante de la muerte. Aunque su primer recordatorio nos hace ser cautos, su segundo recordatorio nos anima:





2)   No tenemos que enfrentar solos la muerte.

Es como si el rostro de David, hasta ahora dirigido hacia nosotros, ahora se
levantara hacia Dios. Su poema se convierte en oración. En lugar de hablarnos a nosotros, le habla al Buen Pastor.

« porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan ».

El mensaje implícito de David es sutil pero de gran importancia. No enfrentes la
muerte sin enfrentar a Dios. Ni siquiera hables de muerte sin hablarle a Dios. Él y sólo Él puede guiarte a través del valle. Otros pueden especular o aspirar, pero sólo Dios sabe el camino para llevarte a su hogar. Sólo Dios está comprometido a llevarte hasta allá a salvo.



Años después que David escribió estas palabras, otro Pastor de Belén diría:

«En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os llevaré, para que donde yo estoy, vosotros también estéis» ( Juan 14.2–3 ).

Nótese la promesa de Jesús: «Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo». Promete llevarnos al hogar. No delega esa tarea. Puede enviar misioneros que te enseñen, ángeles que te protejan, maestros que te guíen, cantores que te inspiren y médicos que te curen, pero no envía a otro para que te lleve. Esa tarea la reserva para sí mismo. «Vendré otra vez, y os tomaré conmigo».



« Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo ».

Cuando Dios nos llame al profundo valle de la muerte, Él estará con nosotros. ¿Nos atreveríamos a pensar que Él nos abandonará en el momento de la muerte?. ¿Exigiría Dios a su hijo que viajara solo a la eternidad? ¡Absolutamente no! ¡Él está contigo!


Lo que Dios dijo a Moisés se lo dice a usted: «Mi presencia irá contigo, y te daré descanso» ( Éxodo 33.14 ).

Lo que Dios dijo a Jacob se lo dice a usted: «Yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres» ( Génesis 28.15 ).

Lo que Dios dijo a Josué se lo dice a usted: «Como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé» ( Jos 1.5 ).

Lo que Dios dijo a la nación de Israel se lo dice a usted: «Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo» ( Isaías 43.2 ).

El Buen Pastor está con usted. Porque está con usted, puede decir lo que David dijo:

«No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento».


martes, 28 de diciembre de 2010

RETIRO ESPIRITUAL: MEDITACIÓN 6

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí. Que me ves, que me oyes., te adoro con profunda reverencia. Pido perdón por mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.

Vamos a empezar la meditación de hoy fijándonos en Julián Marías, el gran pensador cristiano. Un hombre con una autoridad moral muy importante. Una vez Julián Marías fue invitado a dar una charla a altos cargos de la Iglesia, obispos, vicarios, arciprestes, etc.


Le hicieron una pregunta: Si tuviera usted que predicar a los fieles, ¿de qué les hablaría?, aprovéchese, tómese la revancha. Habrá oído usted muchas homilías, pero ahora, usted, de qué hablaría a los que predican la palabra de Dios.



La respuesta fue: Yo les hablaría de la muerte. Ustedes se van a morir ¿no?. Esto es obvio, ¿no lo sabían?. Es que nadie se lo cree. Todo el mundo vive como si no se fuera a morir. Pero se van a morir. Como Julián oyera ciertas risitas nerviosas y viera cierta incomodidad, recalcó: Miren, no puede ser. La gente vive como si la muerte no existiera y eso es muy grave. Siguió con una serie de consideraciones sobre la muerte que dejó a sus oyentes muy tristes y pensativos.

La muerte tiene mucha importancia para nosotros. Por un lado es un hecho biológico, pero para nosotros, los cristianos, iluminados por la fe, la muerte no es solamente un hecho natural. Hablamos de la muerte como la des-animación del cuerpo, la separación del cuerpo y del alma.



El cuerpo, ya no es apto para seguir portando el alma que ya ha sido llamada por Dios. Es el inicio de la vida con mayúsculas. Los existencialistas, los ateos, dicen que el hombre está hecho para la muerte, para la nada. No es verdad. Estamos hechos para la vida eterna, de la cual la muerte es solamente una puerta. Este es el símil que mejor se ajusta a la definición de muerte. Una puerta, un instante, antes del cual todavía hay vida e inmediatamente después, sólo eternidad. Lo importante, es lo que nos vamos a encontrar tras esa puerta.

La muerte Es un tema cautivador, nos hace pensar, a lo largo de la historia muchos filósofos han escrito muchas páginas para hablar sobre la muerte buscando respuestas que nunca encontrarían. Platón decía que la vida era una meditación para la muerte (una gran frase ¿verdad?). La muerte es un motor para filosofar.



Al hablar seriamente de la muerte, la gente no quiere bromas. Llama la atención, la actitud de muchos familiares ante una persona que está en tránsito y dicen al cura: Padre, entre, pero no le diga que se va a morir. En cada momento de la vida, Dios nos da una gracia, un auxilio especial. Los moribundos tienen una especial paz y tranquilidad. Si alguien se queja mucho porque se va a morir, eso quiere decir que no se muere, al menos hoy no.

Por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y eso es lo que nos confunde. Para nosotros Jesús, cuando asumió la muerte, dejó de existir. No miremos la muerte en sí  misma. Pensemos como estamos viviendo de cara a la eternindad. Todo ser viviente se dirige a un lugar. Pregúntate que buscas en la vida. El que amontona riquezas es amonestado por Dios: “insensato esta misma noche te van a reclamar la vida”. No andéis preocupados por qué comeréis, y como vestiréis. Como Dios me va a ayudar a mi?. Cuando uno hace lo que puede, Dios pone el resto. Dios provee. Buscad primero el reino de Dios y Su justicia y lo demás se os dará por añadidura.



Cuantas veces nos afanamos en lo material, y luego, si sobra algo de tiempo, buscamos a Dios. Cuando tenemos bienes de sobra, tendemos a olvidarnos de Dios, pensando que nos valemos por nosotros mismos. ¿Qué buscas en esta vida?. Atesora bienes en el cielo, haced obras buenas de cara a la eternidad. Nos preocupan mucho las cuentas corrientes aquí en la tierra. Tanto el que las tiene como el que no. No es que no haya que preocuparse por eso, somos hombres del mundo. Pero siempre intentando rectificar la intención. Vivimos como náufragos tanto si tenemos como si no, y lo pasamos mal. ¿Qué te preocupa?. ¿a quién debo temer?. Hay que temer a quien pueda robarte el alma. Todo lo demás tiene un valor relativo.

¿Qué significa para ti morir?, esto es importante. Si vivimos para Cristo, la muerte es una ganancia. San Josemaria decía que era muy cómodo morirse. El quería vivir muchos años para dar gloria a Dios.



¿Para que quieres vivir?. La mayoría de vosotros diréis: mire usted, yo vivo al día, hago lo que puedo, traigo un sueldecillo a casa, etc. Y entonces, ¿qué significa morir?. ¿Desconexión?, ¿desenchufar el aparato?. Es importante pensar ¿para que vivimos?, ¿para el cielo?. Quien piense en el cielo y en la eternidad, cambia su percepción de las cosas aquí abajo en la tierra. Precisamente entonces es cuando adquieren mayor importancia, porque lo entienden como un servicio a Dios. Un servicio, en Cristo, a las almas. Verás a tu mujer ya no sólo como una compañera de viaje, sino como una criatura que dios te ha encargado que cuides, que la hagas feliz en la tierra. Cada hijo es una criatura que Dios te ha confiado para la eternidad no solamente para que se haga abogado. Dios te ha confiado a tu familia para que la lleves al cielo.

Durante las persecuciones del emperador Trajano, la cuestión para los cristianos era simple: si no renuncias a la fe, a los leones. Cuando le llegó esta disyuntiva a san Ignacio de Antioquía, escribió a sus apenados discípulos: “para mí es mejor morir por Jesucristo que reinar sobre los confines de la tierra, busco a Aquel que murió por nosotros, quiero a Aquel que resucitó por nosotros. No impidáis que viva, no queráis que muera”

Hay que trabajar muy duro aquí en la tierra, amar a este mundo apasionadamente. Después de este mundo vendrá el juicio, y sólo nos valdrán nuestras buenas obras. Visitar a los enfermos, ir a ver a los ancianos, colaborar con los comedores sociales, etc.



Necesitas un plan de vida espiritual, se nos olvida lo más importante. Vivimos cara a la eternidad, esta vida, este mundo, se nos escapa de las manos. Pensad en el juicio. No sabes si el mañana llegará para ti. Vive todos tus días como si fueran el último.

Te doy gracias Dios mío por los buenos propósitos, afectos e inspiraciones, que me has comunicado en esta meditación, te pido ayuda para ponerla por obra. Madre mía inmaculada, San José mi padre y señor, ángel de mi guarda, interceded por mí.

domingo, 2 de mayo de 2010

La fotografía de difuntos

Atención: Si es una persona impresionable o sufre pesadillas o terrores nocturnos, no siga leyendo éste post. Y sobre todo, no mire las fotos






El número de los días del hombre, cuando mucho, son cien años; como una gota de agua en el mar, como un grano de arena, así son sus pocos años a la luz del día de la eternidad. Eclo 18, 8.

Es cosa preciosa a los ojos de Yahvé, la muerte de sus justos. Sal 115, 15

Las almas de los justos están en las manos de Dios, y el tormento no los alcanzará. A los ojos de los necios parecen haber muerto, y su partida es tenida por desdicha. Su salida de entre nosotros, por aniquilamiento; pero están en paz. Pues aunque a los ojos de los hombres fueron atormentados, su esperanza está llena de inmortalidad. Sab 3, 1-4









El daguerrotipo se inventó en 1839, y posibilitó que la clase media pudiera encargar retratos a un coste razonable.

Un uso muy aceptado de éste nuevo invento fue el de obtener una fotografía de los familiares que hubieren muerto. 

Con aquellas cámars tan arcaicas, se requerían grandes tiempos de exposición para obtener una buena fotografía. Con lo cual, estar muerto era una ventaja adicional.

Hay que tener en cuenta la gran mortandad infantil que existía en la época en la que se tomaban estas fotografías. La gran mayoría de las familias tenía al menos ocho o diez hijos de los cuales solían fallecer la mitad.

Frecuentemente, se intentaba que la imagen del difunto se asemejara a la de un durmiente, o incluso a la de una persona viva. Podían ser inmortalizados recostados en un sofá, tumbados en la cama, sentados en una silla… Otras veces, aparecían rodeados de sus familiares. En el caso de los bebes, muchos eran retratados en brazos de la madre.

En las fotos post mortem los cadáveres nunca sonríen, debido a la dificultad evidente de conseguir el efecto tras el rigor mortis, de modo que toda la fuerza de la expresión depende de la calidad obtenida en la mirada.

Macabro ¿verdad?. Sin embargo yo pienso que la idea no es tan mala. Una última fotografía del ser querida que se ido al Padre, es un buen recordatorio de que polvo somos y al polvo regresamos.

Veamos unos ejemplos:


sábado, 24 de abril de 2010

El Alma y la muerte


Voy a presentar un estudio científico sobre evidencias acerca de la existencia del alma humana.

Platón, pensaba que el alma estaba formada por tres partes (una mental, una emocional y otra espiritual) y que, al morir, cada una tomaba su camino y el alma espiritual regresaba a la “dimensión luminosa” de donde –a su entender– procedían todas las almas.
Aristóteles amplió el concepto diciendo que todos los seres vivos tienen en sí un principio vital o alma –mortal– que regula todas sus funciones vitales, y que muere junto a él (las plantas tienen un alma vegetativa; los animales, un alma sensitiva; y los seres humanos, un alma racional).























La primera experimentación científica que se hizo de debe al Dr. Duncan MacDougall (c. 1866 – 15 Octubre, 1920) fue médico en Haverhill, Massachusetts. Fue el primer científico que midió lo que pesa el alma

En 1907, MacDougall pesó seis pacientes mientras estaban en el proceso de morir de tuberculosis en un hogar de ancianos. Fue relativamente fácil determinar cuando se iba a producir la muerte. La cama del moribundo estaba colocada sobre una báscula de tamaño industrial con sensibilidad de +/- 1 gramo.

EL Dr. MacDougall iba observando y pesando durante los últimos momentos de su vida (antes, durante y después). Y el resultado obtenido fue el mismo en todos los casos, todos perdían 21 gramos justo antes de morir. Incluso experimentó con perros pero no obtuvo el mismo resultado de los 21 gramos.





Se le ha criticado que la muestra utilizada (6 moribundos) no es muy grande para establecer una ley. Pero, el tema no termina aquí, pues fue retomado bien avanzado el siglo XX por uno de los científicos de mayor renombre:

Francis Crick, físico y biólogo,  ganador del Premio Nobel en 1962 por describir, junto con James Watson, la estructura tridimensional de doble hélice del ADN en 1953, dedicó más de 50 años a buscar el alma y la conciencia.

En un laboratorio construido especialmente para él frente al mar, en el Salk Institute, una prestigiada institución de estudios de biología en San Diego, Crick se dedicó a la búsqueda científica del misterio de la conciencia.

Descubrieron que al fallecer ciertas estructuras cerebrales desaparecían al morir y el peso de estas oscilan entre los 21 g.

En mi opinión, estas investigaciones no son determinantes al 100% para constatar la existencia científica del alma. Los ateos dirán que no prueban nada, pero a ellos no les bastaría ninguna prueba. Y los creyentes decimos que la experiencia del alma es espiritual y por tanto está en una dimensión que trasciende la experimentación científica. Si bien estos estudios indicarían que algo pasa cuando uno muere. 21g es una cantidad de materia pequeña pero perceptible y no se pierde de forma instantánea así por las buenas.

Para quien crea que 21g es una cantidad despreciable, le diré que en mi época de estudiante en la escuela de ingeniería, teníamos balanzas de precisión que medían hasta la diezmilésima de gramo. Es decir, echabas un granito de arena en la balanza y el aparato registraba el peso con 4 cifras decimales de precisión.





Os dejo un interesante libro para entender el proceso de la muerte.

KublerRoss Elisabeth - Sobre La Muerte y Los Moribundos                                                                                                                           

lunes, 10 de diciembre de 2007

Recomendación de web



¿Qué es el mas allá?. Dicen las comunicaciones que recibimos que está en todas partes. está aquí y allí. es otra tierra, otro universo que habita en una frecuencia diferente. la imagen de la derecha simboliza los muertos habitando ese mas allá. las edificaciones son reales pero hay seres que transitan por ellas que no están en nuestra dimensión.
Hay un investigador llamado Rafael Jordán, (http://rafajordan.iespana.es/) que se dedica al estudio de las psicofonías. Esta es una de las muchas técnicas llamadas de Transcomunicación Instrumental. Sería muy largo empezar a describir que es esto aunque lo haremos en otro post. Destaco este investigador no porque sea mejor ni peor que otros, sino por lo conclusiones a las que llega. Leyéndolas, averiguamos que un destino terrible nos espera mas allá de la muerte. Les invito a leer los siguientes párrafos en los que el investigador nos propone su inquietante visión de la muerte y una serie de transcripciones psicofónicas.
REFLEXIONES SOBRE LA MUERTE
La idea de la muerte en la conciencia del hombre es el resultado de una inteligencia pésimamente controlada e influenciada negativamente que le impide percibir su verdadera esencia. De siempre ha habido otros hombres que comprendiendo este desajuste mental, han sabido utilizarlo en su propio beneficio alimentando unos intereses bastardos que a su vez le han sido influenciados por otras conciencias externas al propio hombre. A través de las generaciones, la conciencia del hombre ha ido acumulando deformaciones perceptivas de la realidad, provocadas por el temor a lo que desconoce y a la "inestimable ayuda" negativa de esos otros hombres, desarrollando con el tiempo un notable desfase entre los instintos y los sentimientos. El hombre como ser inteligente y deductivo, presiente que la realidad lo supera y este sentimiento lo coarta, limitando su capacidad de intentar comprender; mentalmente no es libre para aceptar una concepción de la muerte que se contraponga o difiera en exceso de la que sabiamente le han dictado a través de las generaciones de manera interesada. Pero no es solo el asunto de la muerte el que no logra comprender, tampoco lo hace con la vida y mucho menos con la necesidad de dormir o la razón de los sueños. Por instinto y experiencia teme al dolor, pero más aún teme a lo que desconoce, a la nada que en muchos casos se le supone a la muerte cuyo polo opuesto en creencia se le presenta como una supervivencia incomprensible y abstracta, dividida entre buenos y malos, castigos y recompensas. Le han pintado un horrible cuadro donde aparece coronado como rey de la creación, y por encima de el solo aparece dios, un dios a la medida de sus miedos, y en las condiciones en las que aún sobrevive le es prácticamente imposible escapar de tan terrible cuadro. Los otros hombres siempre se mantienen vigilantes y no consentirán la fuga. Sin esos graves obstáculos, aún lejos de superar, y que limitan su inteligencia, su visión de la realidad seria sensiblemente diferente, mas ajustada a la naturaleza del Universo que lo rodea. Comprendería que nada escapa a un todo, que la vida, la muerte y los sueños forman parte de ese todo y se nutren de la misma esencia. Comprendería que lo que reconoce como el bien no es diferente a lo que entiende como el mal, que el odio se compone de la misma sustancia que el amor, que lo que cree la muerte es igual a la vida pero bajo otras condiciones que a su vez generan otras perspectivas; que cuando esas condiciones cambian igualmente cambian las perspectivas, que todo a su alrededor se mueve como una gran noria sabiamente diseñada en la gran academia donde los intocables diseñadores hacen sus cálculos y adoptan sus decisiones. Comprendería al fin que la muerte, lejos de ser una supuesta liberación es el medio de tomar conciencia de si mismo y de su inmortalidad así como el sometimiento a otras conciencias superiores que nunca le dejaran ser verdaderamente libre; que en ese nuevo estado existencial, sus problemas no se diluyen, continúan quizá mas acentuados, que si lo que entendía como vida en muchos caso le parecía injusto, la muerte no lo es menos, ya que comprenderá que solo es una diminuta pieza de un gigantesco tablero; que la opresión paternalista adquiere toda su dimensión en la muerte, que el poder opresor de unas conciencias sobre otras se manifiesta de manera más acusada, que otros opresores aún más poderosos reemplazarán a los que creía haber dejado atrás, que su existencia personal puede manifestarse como una eterna pesadilla que nunca acaba, por momentos mas insoportable a medida que la conciencia se amplía, salvo que aprenda a someterse mansamente a las conciencias mas poderosas o se revele con toda la fuerza que para entonces haya conseguido acumular mediante el conocimiento, en cuyo caso las consecuencias serán terribles, ya que sin duda y sin piedad será desterrado a la zona oscura de la realidad, donde la luz ya no existe, donde la desesperación de los "inadaptados" se manifiesta en odio y rencor por todo lo que brilla bajo la luz que ellos ya han perdido, un lugar donde la maldad se hace necesaria para sobrevivir inmerso en la miríadas de desesperados, que deambulan sin rumbo desorientados y coléricos por la total ausencia de luz, un anti mundo incomprensible, vomitado por los poderosos diseñadotes de la vida, súper mentes desprovistas de sentimientos reconocibles que sin embargo juegan a crearlas en las pequeñas conciencias para sus experimentos. Poderosos maestros del disimulo, expertos alquimistas carentes de escrúpulos por las criaturas que ellos mismos han creado a capricho, sin sentirse al parecer responsables de las consecuencias ni de la gigantesca nube cósmica generada por la acumulación de tanto sufrimiento... la errónea idea de la muerte en la conciencia del hombre está motivada por deformación perceptiva hábilmente influenciada por la constante acción de otros seres no humanos que lo acosan psíquicamente. Estos seres cuyas razones aparecen turbias y dudosamente confesables, se mueven junto al hombre sin apenas ser detectados y actúan dentro de su mente de manera impune. Mediante un hipotético interrogatorio a uno de estos extraños seres, el hombre podría al fin llegar a conocer las respuestas a esos interrogantes que desde antiguo han condicionado su existencia por desconocimiento de su origen. Pero con ello también descubriría la falsedad de una libertad que no existe, que su vida siempre estará vigilada y condicionada por otras inteligencias mucho mas poderosas, que su vida se rige por acontecimientos no siempre controlados por él, que ajeno a su voluntad, otros diseñan su existencia, ¿Seria prudente para el hombre llegar a conocerse, le ayudaría en algo la certeza de estos hechos? Posiblemente no. Entonces, ¿Porque insistimos en hurgar en lo desconocido, en lo Paranormal, En lo Misterioso? ¿Somos concientes algunos, de la imprudencia y al peligro al que nos exponemos?

TRANSCRIPCIÓN DE PSICOFONÍAS
"joder, como esta ....si veo comunico....mete mas el "bafle"....¿ves algo?....dime en que se entretiene....estamos en misión de prueba....aquí esta un rincón muy oscuro....parar!....plan ocupao....¿ahora que ocurre?...tiene muchas hierbas....millones de insectos....y por la cara se la dan de listos....aquí hay un corredor, ¿quién viene?....debes ir tu....ve con cuidado....trae la “cuña“....pronto nos detectara....deja que entre yo....ve...adelante....ya voy pa dentro....ahora vas tu....¿ha llegado ya?....le veo fuera....esta oscuro....deja de mirar...ya ha empezado....ahora el tío esta grabando....¿y ahora que hacemos?....¿esta ya el “agujero“?....dale....”mete tubo”....ya lo vigilamos....bingo!....le hemos captado bien....arranca el “gruper”....tardara un rato....ahora va de gordo....jodete! (de pronto en la grabación que estoy escuchando en directo a través de los auriculares se oye un zumbido muy fuerte durante unos segundos seguido de una repetición mas prolongada entre la cual se oye un comentario: ¿cómo va?.....de puta madre....) ¿se ha ido?....no!....¿esta bien?....lo veo....¿ahora que pasa?....que no se asusta...(?)....ahora me lo creo....mira que era fuerte...(la voz, supongo que se refiere al ruido que acabo de grabar)....tal vez no lo ha oído....adelante ponemos “antena”....etc