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miércoles, 18 de abril de 2012

LA ACCIÓN DE SATANÁS CONTRA LOS PLANES DIVINOS EN LAS APARICIONES








Dos aspectos interesan en el presente tema. Primero, que la acción del demonio es opositiva, está siempre en contra de Dios y de su obra. En segundo lugar, el demonio, en su naturaleza caída, es sabio y poderoso, mucho más que los humanos, y utiliza sus poderes de mil maneras en el intento de desviar las voluntades libres de los hombres del camino trazado por Dios. Pero no es ni omnipotente ni omnisciente.

De ahí la fuerza que tiene para engañar al hombre, y la debilidad del hombre, si no recurre a la omnipotencia, sabiduría, bondad divinas.

Proponemos una ordenación sistemática útil en cuatro apartados sobre la acción satánica donde hay apariciones.

ACCIÓN DESTRUCTIVA EXTERNA

Los contrarios son hombres que, de múltiples formas —por su actuación y tendencia—, caen dentro del círculo de acción del diablo, y por ello son llamados «hijos de las tinieblas». Desde la persecución más solapada a la más burda y manifiesta, desde los procedimientos más finos, legales y sociales, hasta las destrucciones más violentas, se expanden en una extensa gama.

Son conocidas las dificultades y las persecuciones que agitaron la causa de Lourdes y que tuvo que soportar Bernardette Soubirous, hasta su definitiva aprobación. De modo semejante, no fue fácil para la causa de Fátima superar las muy graves contradicciones que se presentaron desde el comienzo: arresto y prisión de los videntes, mítines de propaganda subversiva, profanación del sagrado lugar y saqueo sacrílego, persecución contra el clero, mandatos perentorios a los párrocos, medidas gubernamentales contrarias, prohibiciones y cinco bombas en el lugar de las apariciones. Son destrucciones fundamentalmente antirreligiosas, aunque a veces se presentan so capa de utilidad pública o interés social.

Otros casos más específicos de actuación destructiva de Satanás, en el campo de las apariciones, se dan en lo que podríamos llamar una acción interior.

CONFUSIÓN, DESVIACIÓN Y DESTRUCCIÓN DEL VIDENTE

Si hay alguna cosa que respete más el Cielo es la libertad humana. No vayamos a creer que, por el mero hecho de aparecerse la Santísima Virgen a un vidente determinado y encargarle la realización de un mensaje, éste ya tenga asegurada su correspondencia, su santidad y su misma salvación. Un alma puede tener carismas, incluso para bien de otros, haberlos aplicado correctamente y llegar a frustrar los planes divinos y a perderse. «La corrupción de lo mejor es la peor» (corruptio optimi pessima). La acción divina en el campo sobrenatural, suele tener la misma generosidad o mayor, que en el campo natural, donde tantas oportunidades se pierden.

Precisamente, en este hecho se basa la posibilidad destructiva del demonio. Sus asedios se dirigen a corromper la voluntad humana en la respuesta a las gracias divinas.

La acción de Dios suele proceder de modo que, a mayor correspondencia del alma agraciada, siguen mayores dones; a menor, menos; a ninguna, la retirada divina, como en el caso de Saúl.

De ahí que no pocos casos que al principio eran buenos, se han frustrado por la mala correspondencia del hombre. Algunas apariciones marianas que fueron auténticas al principio, concluyeron mal. De ahí también la prudencia de la Jerarquía en no precipitarse, y la importancia de un competente director espiritual que asista al (o la) vidente.

Sin embargo, no creamos que la Virgen Santísima siempre fracasa. Como una buena madre que no retrocede, cueste lo que cueste, para arrancar a su hijo o a su hija de una difícil situación, muchas veces protege, ayuda y vigila, encamina, enseña, castiga y trata del modo más conveniente al vidente, para que al fin, respetando siempre su libertad, triunfe en él su amor de Madre.

Por tanto, un modo interior de actuación del demonio sería la intención de confundir, desviar y destruir al vidente:

a) Primero, cuando un vidente ha sido movido y agraciado con dones del Cielo, especialmente con apariciones, el demonio se le puede presentar en figura horrenda y espantosa para asustarle y anularle. Los éxtasis del buen espíritu conservan y respetan siempre la libertad del vidente en todo el momento extático. Los falsos éxtasis del diablo pueden anular momentáneamente la libertad del individuo, como una droga.

b) Un caso más sutil se da cuando el demonio se aparece al vidente transfigurado en «ángel de luz». Suele ser al principio de sus experiencias extáticas, cuando no sabe todavía distinguir ni analizar las visiones que recibe. Pero siempre, en estos casos, la engañosa visión, que guarda cierta analogía o paralelismo con las del buen espíritu, ofrece rasgos incongruentes e ilógicos, posibles de detectar. Los videntes, en su experiencia incipiente, llegan a descubrir el engaño y piden ardientemente la protección celeste para no sucumbir.

DESTRUCCIÓN DEL LUGAR DE LAS APARICIONES

Avanzando un grado más, la acción satánica puede centrarse en destruir el lugar de las apariciones, convertido ya en un centro de oración. No tiene prisa. Intenta conseguirlo de este modo.

Cuando hay fenómenos de apariciones, se forman en seguida grupos de personas piadosas o curiosas, venidas de todas partes. Entre ellas, hay un porcentaje reducido que empieza a sentir, o creer que siente, carismas de todas clases, como si estuvieran en consonancia con los acontecimientos. En la inmensa mayoría son ilusiones, sugestiones, engaños, puramente en el terreno psíquico natural, y es fácil descubrirlos y evitarlos.

Otro aspecto más grave, en esta línea, es que hay personas, generalmente sencillas y muy devotas, que, por su origen o por su idiosincrasia, admiten como verdadero cualquier fenómeno de carácter visional y creen lo que se les dice sin el menor asomo de duda. Para ellos, cuantas más personas celestes vea el vidente, mejor es, y quieren llevar a la práctica cualquier aviso, encargo, consejo o mensaje que reciben, por costoso que sea, sin capacidad de discernimiento. Esta actitud cerrada, mental y anímica, va acompañada de un frío rechazo absoluto de las advertencias o consejos de los prudentes directores espirituales. Les puede llevar a graves equivocaciones.

Pero además, se da otro caso mucho más serio, en que es difícil descubrir la acción satánica. Cuando hay un vidente movido por el buen espíritu, aparecen cerca de él otro u otros videntes falsos con fenómenos maravillosos, que buscan relacionarse con el verdadero. Invocando la caridad fraterna universal, quieren tener «sus visiones» en el lugar donde va ordinariamente el buen vidente. A la larga, sin embargo, aparecerá la falsedad de esos videntes, que habrán atraído grupos de admiradores; desde luego con espíritu de oración y sacrificios, no raramente excesivos. Es muy posible, en este estadio, que ni ellos mismos se den cuenta de la naturaleza de sus experiencias. Mucho peor si obran conscientes de la falsedad de sus fenómenos. Con su caída, o descrédito posterior, querrán arrastrar, como el río diabólico del Apocalipsis ( Ap 12, 15-16), a los auténticos videntes.

Más aún: los videntes falsos, conscientes o inconscientes, tienen una marcada inclinación a acudir al sitio donde hay grupos de oración o a otros lugares de apariciones, para tener allí sus falsos éxtasis y crear un clima de confusión y perturbaciones. El remedio está en separar totalmente el lugar de oración de la presencia de otros videntes advenedizos. Insistimos en que ellos, a veces, no son conscientes de que sus visiones sean falsas. No raramente lo ignoran por largo tiempo. Son juguete e instrumento del espíritu destructor.

René Laurentin les llama «epidemia de visionarios», al tratar de los falsos videntes que proliferaron en torno a Bernardette, en Lourdes. En el segundo volumen de su obra “Lourdes. Documents authentiques” consigna un repertorio de visionarios que incluye setenta y cuatro; cuarenta y ocho de ellos individuales, los otros en grupos.

Otro procedimiento para destruir un lugar de apariciones es el de «la competencia». Supongamos un lugar auténtico, como Lourdes, donde la piedad, la oración, el sacrificio y la caridad para con los enfermos, no solamente se mantienen, sino que crecen con multitudes que acuden de todas partes y de varias naciones, y que de repente se dice que cerca, a unos cien o doscientos kilómetros, se aparece la Virgen Santísima, que hay prodigios espectaculares; pero que, a la vez, hay concelebraciones y alianzas colectivas con la participación de incautos sacerdotes y que acuden turbas copiosas, y también hay obras de caridad. ¿Es posible que la Virgen Santísima, tan discreta, tan humana, prudentísima, haya escogido otro centro de apariciones competencial, junto a uno que Ella ha fundado? ¿No se trata, en cambio y en realidad, de una treta del Enemigo para restar importancia y destruir, si fuera posible, el verdadero?

ACCIÓN DESTRUCTORA ENTRE LOS QUE ACUDEN A LOS LUGARES DE APARICIONES Y RESPONDEN A SUS MENSAJES

Otro capítulo de la acción satánica destructora es la que se dirige principalmente a las personas que responden a la acción divina realizada en lugares de apariciones verdaderas o en movimientos originados por ellas.

Fracasados los otros intentos, le queda todavía al Destructor el método más eficaz: pervertir la convivencia humana con la desunión de las voluntades, para lograr la destrucción de la obra de Dios. El demonio es maestro en indisponer los ánimos en grupos bien avenidos. Con el agravante que, una vez producida la escisión, es muy difícil lograr su compostura.

Pero hay todavía otra particularidad, y es que, transcurrido un tiempo que no suele ser muy largo, si el Maligno no ha logrado sus propósitos, pasa a perturbar a otro del grupo según el mismo procedimiento, pero por otras causas concretas; y luego a otro, y así sucesivamente. Su fin inmediato es la desunión de las voluntades y el mediato la destrucción de la obra de Dios.

CONCLUSIÓN

Se puede afirmar, como principio general, que Satanás acude siempre donde está María Santísima para deshacer su obra, si puede. La razón teológica es porque María es la única pura criatura humana que nunca ha tenido parte alguna con el diablo. Por consiguiente, el que cierra las puertas a María Santísima, las abre a Satanás.

Este hecho puede ser contraprueba válida de la verdad de unas apariciones concretas de la Virgen Santísima. Donde esté María, habrá señales evidentes de la intención y acción destructiva de Satanás. Y al revés: en lugares de apariciones en que sucedan maravillas espectaculares con afluencia de muchedumbres como espectáculo o, simplemente, un lugar que no tenga contradicción alguna desproporcionada, difícilmente será obra del buen espíritu.

En último término, en el discernimiento de espíritus en las apariciones es decisivo el criterio que el mismo Jesús nos indicó en el Evangelio: «Por sus frutos los conoceréis». Estos frutos pueden tardar en aparecer, pero aparecerán
...




por
P. Jesuita P. Sebastián Bartina

martes, 10 de abril de 2012

APARICIONES EN BOADILLA


No puedo negar la expectación con la que llegué al lugar de las apariciones. A pesar de lo frío de la noche, el camino de tierra por el que se accede a la ermita no presentaba más obstáculo que el encontrarlo. No había barro, y las capas de hielo no dificultaban demasiado el avance. Y eso que era una fría noche del 27 de diciembre del 2010 a las 10 de la noche en el oeste de Madrid. Ni la fecha ni la hora invitaba a perderse en un encinar, pero el motivo era más que suficiente: ¿será verdad que la Virgen se aparece en Boadilla del Monte? 


Este patria nuestra es peculiar. Tierra de María se le ha llamado siempre a España, pero pocas patrias son tan tardas para secundar sus apariciones. En escasamente un año la Salette fue autorizada y aprobada por el obispo, en cambio Ezquioga, Garabandal, Cruz Blanca (el Palmar bueno), el Escorial o un largo etcétera, parecen dormir el sueño de los justos del juicio de la Iglesia. Y de su recuerdo.


Curiosamente lo de Boadilla no es algo reciente. Actual es, porque cada 27 de mes, durante el rezo del Rosario, María habla a través de su vidente –caso de que sea cierta la aparición-. Pero no es una cosa de ayer, que ya son más de 20 años. En mi desconocimiento supe de ellas hace poco, y como recientes las tenía. Pero mi desconocimiento era grande, que ya los vecinos de Boadilla llamaban tiempo atrás a los devotos y fieles de esta aparición como los “locos de la ermita”. Algo loco hay que estar, desde luego, para soportar temperaturas inferiores a 0 grados, a la intemperie y sin prisa alguna. Y todo para rezar el Rosario.


Antonio, el vidente, es un hombre socialmente sencillo. No estamos muchos, apenas llegamos a la treintena, pero Antonio pasa desapercibido, como uno más. Antes del rosario una mujer se le ha acercado a contarle ciertas cuitas, y el rosario se retrasa. El lugar parece hermoso, pero juzgar un sitio en la oscuridad de la noche no deja de ser atrevido, que la noche hace pardos a todos los gatos. El lugar de la ermita es un encinar, cerros de encinas robustas, a las afueras de Boadilla, pero muy cerca del pueblo. La ermita se levanta en la ladera de un cerrillo, de reciente construcción y fachada abierta, de rejas, coronada por una Virgen de la medalla milagrosa. A sus pies, a 50 metros, un hermoso alcornoque, el único en ese monte de encinas, rodeado de candelas e iluminado por un foco conectado a una batería de coche. Todo muy sencillo y agradable. Ese es el alcornoque de las apariciones. En una de sus ramas principales un altarcillo con la imagen de Nuestra Señora, pequeña estatuilla dentro de una capillita de cristal, como esas que se llevaban antaño de casa en casa, para su devoción y limosna.


A su alrededor sillas. No muchas que estamos pocos, y los veteranos muy bien abrigados. Su generosidad me salva de una pulmonía con una bufanda que se agradece. Pero el suelo helador no perdona, poco a poco penetra la suela de los zapatos y recuerda que un 27 de diciembre a las 22 horas un bosquecillo no es lugar para el reposo. La gente es sencilla y la escasa afluencia facilita el ambiente familiar. Se cuentan sus cosas antes del Rosario, en confianza, como quien se conoce bien. Me dicen que en verano la afluencia es enorme. El mes anterior también hubo mucha gente, y hacía más frío. Pero estos son días de Navidad.


El rosario inicia algo tarde, y aun así, se reza serenamente, sin prisa. Nada extraño, salvo esa manía de añadir al Ave María eso de “Madre de Dios y Madre nuestra” que a los no habituados nos corta el rezo una y otra vez, hasta que podemos mimetizarlo y repetirlo con naturalidad. Antonio no lo dirige, sino que permanece sentado al lado del voluntario que con tanta piedad lo reza. Y es que se reza con mucha piedad, desconcertante para el frío y las horas. No hay prisa por acabarlo. Miro con curiosidad el alcornoque, por encontrar algun signo extraordinario, como un movimiento de ramas en una noche sin brisa alguna. O un olorcillo o algo. Nada. Todo ordinario, salvo la piedad de la gente. Al terminar el tercer misterio Antonio se arrodilla. No percibo nada extraño, pero alguien acerca a sus labios un micrófono y Antonio pone voz a nuestra Señora.



¿Qué tiene de peculiar Boadilla? No hay nada extraño a la fe, ni siquiera a otras apariciones marianas. Se habla de que el verdadero camino es la oración, la penitencia. Que son tiempos duros y que debemos rezar por los gobernantes. Que si no nos convertimos duras pruebas nos esperan: violencia, hambre, epidemias… Pero hay algo peculiar en Boadilla, distintivo. Y es que Boadilla es lugar de oración por las almas del Purgatorio. María viene a este lugar en busca de oraciones por las almas del Purgatorio y a este lugar comparecen las almas del Purgatorio en busca del consuelo de María. Ana Catalina Emmerick ya decía que a las almas del Purgatorio las veía sufrir en la tierra, padeciendo trabajos según sus pecados por expiar, pero muchas en la tierra. De todos modos no dejan de ser categorías sobrenaturales que nos exceden. Lo cierto es que el 27 de cada mes María en Boadilla se entrega a las almas de la Iglesia sufriente.


¿Por qué continúan las apariciones en Boadilla? Quizá justo porque son estos tiempos en los que no sólo la población mundial, de puro enorme –y a veces bárbara- lanza más almas a la eternidad, si no porque es cuando menos se reza por ellas, en parte por la pérdida de sentido de eternidad de una sociedad que desprecia las oraciones por los suyos (el muerto al hoyo y el vivo al bollo) y en parte por el perverso principio de una misericordia divina mal entendida en la que ni hay pecado ni castigo ni nada que purgar. Y cuando más se necesitaba una Iglesia orante, ésta queda cubierta por el polvo de sus pecados, pronta para lo humano y tarda para lo divino. María viene a rescatar extraordinariamente, lo que extraordinariamente la Iglesia ha descuidado y por ello los hombres olvidan y desprecian.


Tantos años, tanto desconocimiento, son caldo de cultivo para que una falsa aparición acabe degenerando, como la de las Rosas de Roma (en la que el cura que asistía a la vidente acabó nombrado obispo por la Virgen y después Papa) o el Palmar de Troya –más conocida en nuestra Hispania-. No, Antonio no eleva el tono ni el contenido de los mensajes para ganar audiencia. Reiteran siempre en lo mismo: oración, penitencia y una especial atención a las almas del Purgatorio. Se recuerda lo duro que está por venir si no nos convertimos, y pide oraciones por los gobernantes. Y por los pastores. 


Me contaba mi generosa bienhechora que ella ha encontrado a Dios en Boadilla, que se le ha dado mucho para sí y para su familia, y que sólo tiene agradecimiento para este lugar. Su hija, joven de veintitantos, corrobora lo que dice y se empeña en recalcar que son muchos los que vienen en verano. Son tiempos de necesidad y Boadilla se eleva como un lugar de oración y consuelo.

FUENTE http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=12978&mes=12&ano=2010

viernes, 24 de junio de 2011

PROFECÍAS SOBRE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS: PARTE 1 - MEDJUGORJE

Parece que algo se está moviendo en el mundo de las profecías, los signos de los tiempos, la llegada del anticristo y su lucha contra el Pueblo de Dios. Creo que estamos entrando, si no lo hemos hecho ya, en esta ultima fase que precederá el apocalipsis. Quizá me equivoque y cuando repase este post dentro de veinte años seré el primero en reirme.


Pero llevamos unos años (desde 2008) en los que no se ha producido una sola buena noticia para la humanidad en general y para España en particular. He vivido otras crisis, y todas han sido mas cortas, mas limitadas, en seguida se veía la luz al final del túnel y ninguna de ellas me produjo los temores que ésta crisis me produce.


Quizá me he dejado engañar un poco, porque a nivel personal me va muy bien. Pero observo como el incendio va avanzando, y lo que es peor, cada intento por apagarlo, lo único que consigue es esparcir las brasas que atizan nuevos focos. Parece que se nos ha acabado la suerte y cada año será peor del que le precede. O quizá no.


Voy a exponer una a una las piezas que considero mas importante para analizar este problema desde un punto de vista cristiano. En este primer post vamos a exponer la "última hora" de las apariciones de Medjugorje y su relación con otros hechos proféticos. Para ello transcribo el excelente resumen hecho por César Uribarri.




¿SE ACERCAN LOS TIEMPOS PROFETIZADOS?



El padre Livio dejó caer una afirmación llamativa el año 2010. “Vicka me ha confirmado, en una entrevista que la hicimos recientemente en Radio María, que estamos ahora entrando en los tiempos de Medjugorje, esto es, que los sucesos predichos están por llegar.”

 
Pero no es un caso aislado. Recientemente, el pasado 17 de junio, la Virgen transmitirá a Iván, otro de los videntes de Medjugorje, el siguiente mensaje: “Sigan mis mensajes, especialmente en estos días que vendrán, renueven mis mensajes en sus familias. Oren, queridos hijos, para que mi Hijo nazca en sus corazones, en sus familias. Sepan, queridos hijos, que la Madre reza por ustedes y los ama con amor maternal. Por ello perseveren. Gracias, queridos hijos, por haber respondido a mi llamada”.

 
“Entrando en los tiempos”, “especialmente en estos días que vendrán”. Son expresiones nítidas, claras, en las que late una evidente sensación de inmediatez sobre un algo que está a las puertas. Como si faltara poco, relativamente poco, para que algo desconcertante suceda. ¿De qué faltaría poco, entonces? ¿Qué está por llegar? Vicka comprendía que el tiempo de los secretos estaba próximo. A Ivan parece decírsele que se vienen tiempos difíciles.

 
Sin embargo la percepción de acercamiento a tiempos oscuros también la tenía sor Lucia. Y así se lo diría al papa Juan Pablo II aquel 1982, casi un año después del atentado: “Y, aunque no constatamos aún la consumación completa del final de esta profecía, vemos que nos encaminamos poco a poco hacia ella a grandes pasos.”

 
Algo similar vemos en otra fuente. En este caso se trata de María Esperanza de Bianchini, vidente de las apariciones de Betania, Venezuela, muerta recientemente y cuyo proceso de beatificación está en marcha. En una entrevista que concedió a principios de los años 90 a Michael Brown le transmitía su especial percepción de los tiempos. “Todo está en marcha. Yo no lo veré, pero diría que no quedan más que 10 ó 20 años”.

 
Secretos, profecías… Todo parece estar en curso, en marcha hacia su cumplimiento. Y es que hay una directa relación entre el mensaje de las apariciones (esa llamada a la conversión) y lo profético (secretos o profecías desveladas aún entre brumas). En cierto modo la gravedad del mensaje, la necesidad urgente de conversión, viene expresado gráficamente por el secreto o lo profético pues si tal es lo viniente en caso de no convertirse, ¿acaso no se hace evidente la importancia de esa conversión? Y si esa profecía nunca se realizara, ¿a qué esa urgencia en la conversión?

 
Pero los tiempos han venido pasando, entre apremios y premuras, sin que nada “pase”, sin que nada ocurra. Se nos dice que dado lo difícil que es urgirse a una vida eterna que no vemos, resulta más sencillo comprender lo importante de una conversión situándose ante las perspectivas nada halagüeñas resultado de nuestro obrar. Así, anticipando lo viniente, podemos comprender mejor la gravedad del pecado y las consecuencias del mal. Claro, que si nada ocurre, nada pasa, se pierde esta perspectiva y esa tensión. Cierto. Pero no debemos quedarnos ahí, puesto que ante tanto mensaje y profecía parece intuirse un algo más, un algo escatológico anticipado en esos mensajes, en esos secretos. De entrada surge una duda razonable: ¿acaso estos tiempos son diferentes a otros tiempos? ¿Lo que estamos viendo es “normal”, lo que veremos es previsible?Y si no son tiempos al uso, ¿acaso no estaremos entrando en tiempos bíblicos?

 
Pablo VI era de ese parecer. Percibía como una tensión, una condensación de los signos de los tiempos descritos en el Evangelio; pero una condensación que no significaba una pronta resolución. Signos de los tiempos lo llamaban los grandes exegetas. En todo caso, signos evidentes.
En este sentido el padre Livio no es un cualquiera. De entrada es el director de Radio María Italia, y su relación con los videntes no es sólo profunda sino de gran amistad. Por ello, y por la valentía de Radio María Italia, Medjugorje tiene una fuerte presencia en las ondas italianas, pero una presencia de fondo. En cierto modo todas las Radio María han surgido del espíritu de la Reina de la Paz de la aldehuela exyugoslava, pero la franquicia italiana ha sido un cauce de profundización, análisis y entrevistas, en lo referente a Medjugorje, que parece la cátedra para conocer en profundidad estas apariciones y su significado. Y para el padre Livio si hay algo de Medjugorje que no se puede desgajar es "mensaje de conversión" y "secretos". Uno y otro están íntimamente ligados, profundamente unidos. Los 10 secretos apelan a la conversión. Y la necesidad urgente de conversión profundiza en unos tiempos que adquieren una dimensión nueva, escatológica. Más claramente, en una lucha descarada del mal contra el bien, como nunca antes.

 
Quizá hace pocos años parecería palabra oscura, pero la evidencia actual personifica ese odio a Dios a todas las escalas: educativa, legal, social, cultural y moral. Es la realidad presente, y sus consecuencias no pueden ser banales.

 
¿Qué hay detrás? En este sentido las apariciones arrojan una nueva luz: el mensaje de conversión ya no aparece descarnado, desubicado, sino inmerso en una realidad histórica y bíblica sorprendente: son tiempos de un nuevo “seréis como dioses”. Y esa dimensión a la que nos hemos acostumbrado es de tal consecuencia, de tal gravedad, que si el Cielo no arroja luz profética, ni se entenderían los tiempos, ni sus consecuencias.

 
Y esta es la novedad: la sensación de que ese algo viniente esté cada vez más próximo

lunes, 23 de agosto de 2010

Foto y Video de la Virgen en Medjugorje


He recibido una fotografía y un vídeo de nuestra querida amiga Guerrera de la Luz, procedentes de su grupo de Reina de la Paz.

Por su interés reproduzco ambos documentos en mi blog.


No pretendo dar a entender que la foto y el vídeo son auténticos (no manipulados) ni mucho menos. Simplemente, me parecen misteriosos e interesantes. Para un creyente el hecho de ver esta foto y este vídeo no debe de poner ni de quitar nada de su Fe.


 



La Virgen prometió en los mensajes que a esa hora (las 18:40) aparecería y bendeciría a los presentes uno por uno.