martes, 13 de diciembre de 2011

LAS PROFECÍAS MESIÁNICAS


Vamos a dar un repaso a las profecías mesiánicas desde Adán hasta Cristo.
Recordemos que la venida de Cristo al mundo fué profetizada por multitud de profetas a través de los siglos. Un matemático se ocupó de calcular las probabilidades de que una serie de casualidades encadenadas a través de mas de un milenio convergiera en una sola persona, en Cristo. Pues bien, de las mas de 100 profecías que predicen la llegada de Cristo, se escogieron sólo 8 para el cálculo. La probabilidad de acertar era prácticamente infinitesimal, del orden del cienmil billónesimas de tanto por uno.

Una profecía mesiánica se define como aquella que anuncia al Mesías, es decir, a Cristo.
Desde el  principio de los tiempos, Dios establece una alianza con la humanidad. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, cada vez que Dios nos mira, se ve reflejado en nosotros.  Y nosotros, los hombres, se lo pagamos rompiendo una y otra vez esa alianza.
La palabra exacta no es ruptura, pues una alianza establecida por Dios es irrompible, pero sí ha ocurrido que la hemos rechazado. Dios recrea esa alianza una y otra vez hasta la definitiva que es cuando la sella con la sangre de Jesucristo en la cruz.
Una alianza no es lo mismo que un matrimonio, porque Dios siempre es fiel.



PRIMERA PROFECÍA: ADÁN, EVA, LA SERPIENTE, LA MUJER-VIRGEN Y SU HIJO

Génesis 3,15

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
Nuestro salvador es Cristo, y su venida fue profetizada mucho antes de su nacimiento. La herida del calcañar (o talón) es una prefiguración de la herida de los clavos de Cristo en los pies.

A éste pasaje del Génesis, se le conoce como el proto-evangelio, pues es la primera vez en la Biblia en que se anuncia la venida del  Mesías. Simiente puede ser traducido como linaje o descendencia. Dios le dice al diablo que le enemistará con la mujer (la Virgen María) y el linaje de la mujer (Cristo). Él, Cristo, herirá al Diablo en la cabeza (lo matará), y el Diablo herirá a Cristo en el talón.


SEGUNDA PROFECÍA: NOÉ Y LOS ELEGIDOS PARA SALVAR

Génesis 9, 8-17

“Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo: 9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros; 10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. 14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. 15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. 16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. 17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.”

Noé es el único justo sobre la tierra. Actualmente, la Virgen en Medjugorje ha profetizado, que de cada familia saldrá un justo que se convertirá y arrastrará a la conversión al resto. 

Noé fue exactamente igual, salvó a su familia del diluvio. El mérito es de Noé, su familia, sus tres hijos y sus mujeres lo único que tuvieron que hacer es meterse en el arca cuando Noé lo dijo.


TERCERA PROFECÍA:  ABRAHAM, ISAAC, JACOB/ISRAEL E ISMAEL Y EL MUNDO MUSULMÁN

Génesis 3, 13-16

13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.

Génesis 17, 19

19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.

Gálatas 3, 13-16

13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.

Dios promete a Abraham una descendencia. Dis quiere sellar una alianza con cada uno de nosotros, libremente. La palabra descendencia se usa en singular, el profeta se está refiriendo así, a Cristo.

Dios está continuamente anunciando a Cristo. Sabemos que la descendencia de Abraham fue Ismael (el hijo de la esclava) origen del mundo musulmán e Isaac.


CUARTA PROFECÍA: MOISÉS Y LA TORAH

Éxodo 6, 7-8

 7 Y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. 8 Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ

Mateo 1, 20-21

20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. 21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará su pueblo de sus pecados.

A Moisés se le promete un pueblo (los 12 hijos de Jacob/Israel) y una Nación.  La opresión de los egipcios es la prefiguración de la opresión del pecado, del cual nos liberará Cristo.
Todo el Antiguo Testamento es una profecía mesiánica. San José conocía perfectamente el Antiguo Testamento cuan el ángel le visitó y le puso en la encrucijada de toda la revelación.


QUINTA PROFECÍA: EL REINO MESIÁNICO DE JUDÁ

10 No será quitado el cetro de Judá,
Ni el legislador de entre sus pies,
Hasta que venga Siloh;
Y a él se congregarán los pueblos.

El antiguo Israel  lo formaban 12 tribus que fueron conquistadas por los Asirios (actual Iraq). Los Asirios metieron gente entre las tribus de Israel y se mezclarón.
Por otro lado estaba el reino de Judá compuesto por las tribus de Judá, Efraím y Leví que permenecieron independientes y no se mezclaron con los gentiles. Lo que quedó de Israel eran los llamados samaritanos que era un pueblo israelita pero procedente de mezclas. Por eso los judíos odiaban a los samaritanos, porque se habían mezclado..
El mesías saldrá de Judá.


SEXTA PROFECÍA: EL REINO DE DAVID

2 Samuel 7, 6-17

6 Ciertamente no he habitado en casas desde el día en que saqué a los hijos de Israel de Egipto hasta hoy, sino que he andado en tienda y en tabernáculo. 7 Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado yo palabra a alguna de las tribus de Israel, a quien haya mandado apacentar a mi pueblo de Israel, diciendo: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedro? 8 Ahora, pues, dirás así a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo, sobre Israel; 9 y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he destruido a todos tus enemigos, y te he dado nombre grande, como el nombre de los grandes que hay en la tierra. 10 Además, yo fijaré lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré, para que habite en su lugar y nunca más sea removido, ni los inicuos le aflijan más, como al principio, 11 desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12 Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. 14 Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; 15 pero mi misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti. 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente. 17 Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

Lucas 1, 30-33

30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Mateo 1, 1

1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judáy a sus hermanos. 3 Judá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram. 4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón. 5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. 6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías. 7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa. 8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías. 9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías. 10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11 Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.

12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor. 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud. 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

María era la llena de gracia. María nació sin pecado original como fruto de la redención obrada por Cristo. Va a estar siempre enfrentada a la serpiente.

La Virgen María, al igual que San José, conocía el Antiguo Testamento y era consciente del significado y alcance de la anunciación. Así como San José, era consciente del mensaje que recibió del ángel.

San Mateo era un recaudador de impuestos judío, que sufrió una conversión. Por eso el evangelio de Mateo, está dirigido al pueblo judío, a gente conocedora de la Torah. Por eso el evangelio de Mateo comienza por la genealogía de Jesús. No es casual.

El signo de Noé es el Arca
El signo de Abraham es la circuncisión
El signo de moisés es la Ley o Torah
El signo de David es el Trono


SÉPTIMA PROFECÍA: JESÚS, LA VIRGEN MARÍA Y EL MISTERIO DEL PARTO VIRGINAL

Isaías 7, 14

14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Lucas 1, 26-31
26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

La Virgen María lo fue antes, durante y después del parto, y además no conoció varón. Esto lógicamente es un misterio y un dogma de Fé.

Emmanuel significa: Dios con nosotros. Están de moda los signos del fin del mundo, pero hay mucha falta de formación.

La mujer que da a luz es la virgen que da a luz a Jesús. En la imagen del  apocalipsis la Virgen está dando a luz la cabeza de Jesús, pero falta el resto del cuerpo místico de la Iglesia, que se reunirán con él en el fin de los tiempos (la humanidad en Cristo).


OCTAVA PROFECÍA: EL SIGNO DEL MESÍAS, LA ESTRELLA

Miqueas 5, 1

1 Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel.

Lucas 2, 10-12

10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

En el siguiente texto se ve donde nacería Jesús y el signo: la estrella de oriente.

Números 24, 17

17 Lo veré, mas no ahora;
Lo miraré, mas no de cerca;
Saldrá ESTRELLA de Jacob,
Y se levantará cetro de Israel,
Y herirá las sienes de Moab,
Y destruirá a todos los hijos de Set.

Mateo 2, 9

9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
En la antigüedad, se anunciaba a los reyes y a los dioses mediante una estrella. A Jesús van a adorarle los pastores y los reyes magos. En aquélla época, los pastores eran el estrato mas bajo de la sociedad, y los reyes, el más alto. Además los reyes magos son no judíos, esto es, gentiles.


NOVENA PROFECÍA: EL LUGAR DE NACIMIENTO, BELÉN

Isaías 60, 6

6 Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová.

Mateo 2, 1-2

1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Gálatas 4, 4-5

4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Llegamos a la plenitud de los tiempos con Cristo.

Isaías 1, 3

3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.

Lucas 2, 7

7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

El Buey representa a Israel . El asno representa a los gentiles entregados a las pasiones y muy violentos.

A pesar de ser profetizado Jesús 8 siglos antes de su nacimiento, el pueblo de Israel no lo reconoció.