Volvemos al tema del origen del universo. De si el universo tuvo un creador o siempre existió, o surgió por generación espontánea. Ahora está de moda expulsar a Dios del universo y prostituir a la ciencia física para que, actuando cual bálsamo de fierabrás, de soporte a ideas descabelladas.
Pero para centrar conceptos, vamos a acercarnos a una pregunta básica: ¿Es posible la auto-creación del universo?. Vamos intentar responder al clásico ¿De dónde venimos?. Para ello debemos acercarnos a los límites de la ciencia.
Tres conceptos básicos: El Espacio, el tiempo y el vacío
En efecto, los que sostienen el nacimiento espontáneo del universo usan ideas que recuerdan al espacio y tiempo absolutos de Newton. Modernas teorías dicen que la materia primitiva del universo habría surgido a partir de estructuras espacio-temporales (o sea estructuras geométricas), y que estas estructuras pudieron aparecer a partir de fluctuaciones del vacío cuántico.
Convenimos pues en atribuir una cierta realidad a las estructuras espacio-temporales. Esto estaría avalado por la relatividad general de Einstein, que predica una cierta geometrización de la Física. Pero las realidades físicas no se pueden reducir a matemáticas, que es sólo un instrumento.
Einstein sustituyó las fuerzas por la curvatura del espacio-tiempo; se trata de una estrategia matemática poderosa y legítima, pero que nada tiene que ver con la reducción de la Física a la Geometría ni con la existencia de espacio-tiempo sin materia.
Por otra parte, el vacío que estudia la Física no tiene relación alguna con la nada. Designa el estado en que se encuentra una zona del espacio después de extraer de ella la materia en estado sólido, líquido o gaseoso, y las radiaciones. Si bien el progreso técnico permite obtener vacíos cada vez más perfectos, lo que se logra no es la nada en sentido absoluto. ¿Cómo podría lograrse? La nada no existe. Esto es obvio. Es un falso-concepto que, además, no tiene lugar en la Física , ya que no puede relacionarse de ninguna manera con experimentos. En efecto, existen distintos tipos de vacío, según las teorías y métodos empleados; se habla, por ejemplo, del vacío clásico y del vacío cuántico. Atribuir realidad al concepto de nada sólo se ha visto en el libro “La historia interminable”.
Un proyecto de teoría: La gravedad cuántica
El presunto nacimiento espontáneo del universo se explicaría mediante una teoría aún inexistente: la gravedad cuántica. Se trata de una de las teorías más difíciles de la Física actual. Intenta hacer compatible la relatividad general de Einstein, que es una teoría de la gravedad, con la Física cuántica. Muchos físcos de renombre han intentado hacer progresos en ella, pero sin éxito. Existen propuestas interesantes que permiten ver por dónde pueden dirigirse las investigaciones, pero poco más. Propiamente no ha alcanzado todavía una formulación rigurosa. O sea, la teoría propiamente dicha, no existe.
En cualquier caso, aunque la gravedad cuántica llegue a formularse de modo satisfactorio, se tratará de una teoría física que, como sucede con cualquier otra teoría de la ciencia experimental, sólo se referirá a las transformaciones de algo en algo (esto es un concepto fundamental en ciencias experimentales). La creación a partir de la nada seguirá siendo un problema metafísico, es decir, mas allá de la física.
Conclusión: Impotencia de la Física para explicar la creación
En definitiva, la presunta explicación científica de la creación del universo se basa en dos extrapolaciones ilegítimas.
En primer lugar, se pretende extraer de la Física algo que esta ciencia, por su propio método, es incapaz de suministrar, puesto que sus resultados sólo pueden tener relevancia empírica si existe algún procedimiento para relacionarlas con experimentos reales o posibles, y esto no es posible cuando se consideramos el problema del origen absoluto del universo a partir de la nada.
En segundo lugar, el método seguido para obtener esas imposibles conclusiones consiste en atribuir a las teorías físicas sobre el espacio, el tiempo, la materia, la energía y el vacío un sentido metafísico que no poseen, ya que tales ideas han de ser definidas en Física apoyándose en teorías matemáticas y hechos experimentales, por lo cual necesariamente se refieren a entidades o propiedades o procesos físicos, y de ningún modo pueden aplicarse a un evento como la creación a partir de la nada que, por su propia naturaleza, no es un proceso que relaciona un estado físico con otro estado también físico. Es decir, de la físca se puede pasar a la física a través de leyes físcas, pero no salirse de sus límites, que definen a ésta ciencia experimental.
FUENTES:
Scripta Theologica
Grupo Ciencia, Fe y Razón
Wikipedia